Llevo últimamente una agenda demasiado cargada de notas, citas, recordatorios, planes y tareas. Esta misma mañana conseguí llegar pronto a la oficina. En mi planning debía revisar los comentarios que Senior Manager, Yoriento y Àlex Valles habían dejado en mi post sobre emprendedores y funcionarios. Tocaba reflexionar sobre si son más o menos necesarios o convenientes. Un breve repaso por otros blogs y a teorizar sobre actitudes, paradigmas y otras monsergas. Una fugaz pasada por Facebook y Xing (gracias Àlex por tu invitación) y al tajo.
Acto seguido, limpieza de correos y descarte por proridades. Maldito e-mail, la que nos está liando...
A continuación he podido dedicarme a elaborar algunas propuestas para este raro 2009. Quizás al final no sea tan mal año. Veremos. Quedaba dar unos esbozos a un par de calendarios, revisar un guión y pasar ciertos correos. Todavía me ha quedado tiempo para charlar con Marcelo (OK Team), un buen tipo. Hemos hablado de la crisis, cómo no, pero también de nuevos planes para este año. Se pueden hacer grandes cosas todavía y a pesar de todo.
Ideas, planes, proyectos...
Eso era esta mañana, hasta las 11:30, hasta que sonó mi teléfono. Eso valía hasta entonces, cuando sólo tenía una hija. Porque esta tarde he vuelto a ser padre, esta vez de gemelos. Dos preciosos y contundentes bebés que llegaron por sorpresa, sin avisar, sin pedir permiso.
Y ya, hasta aquí. Se paró todo, de repente el mundo gira entorno a ellos y el resto de las cosas pierde importancia con prisa, con urgencia.
Por eso una vez más debo darle la razón a John Lennon con eso de que «la vida es eso que te sucede mientras haces planes».
Y por cierto, no me riñan por no es escribirles durante unos días. Pueden releer viejas entradas del 2008 o incluso del 2007. No hablan de crisis, así que tal vez sea mejor así, ¿no les parece?
Acto seguido, limpieza de correos y descarte por proridades. Maldito e-mail, la que nos está liando...
A continuación he podido dedicarme a elaborar algunas propuestas para este raro 2009. Quizás al final no sea tan mal año. Veremos. Quedaba dar unos esbozos a un par de calendarios, revisar un guión y pasar ciertos correos. Todavía me ha quedado tiempo para charlar con Marcelo (OK Team), un buen tipo. Hemos hablado de la crisis, cómo no, pero también de nuevos planes para este año. Se pueden hacer grandes cosas todavía y a pesar de todo.
Ideas, planes, proyectos...
Eso era esta mañana, hasta las 11:30, hasta que sonó mi teléfono. Eso valía hasta entonces, cuando sólo tenía una hija. Porque esta tarde he vuelto a ser padre, esta vez de gemelos. Dos preciosos y contundentes bebés que llegaron por sorpresa, sin avisar, sin pedir permiso.
Y ya, hasta aquí. Se paró todo, de repente el mundo gira entorno a ellos y el resto de las cosas pierde importancia con prisa, con urgencia.
Por eso una vez más debo darle la razón a John Lennon con eso de que «la vida es eso que te sucede mientras haces planes».
Y por cierto, no me riñan por no es escribirles durante unos días. Pueden releer viejas entradas del 2008 o incluso del 2007. No hablan de crisis, así que tal vez sea mejor así, ¿no les parece?
Escrito en la madrugada del miércoles 18, entre pañal y pañal...
9 comentarios:
Agustí, felicidades¡¡ Escribiendo entre pañal y pañal, jajajja. Eres un monstruo. ;-)
Enhorabuena¡
Enhorabuena!!
Qué la suerte te acompañe... Y eso, disfruta el presente...
Y q la suerte te acompañe (bien dicho El lobo estepario)
La verdad es que es un gran cambio.
Enhorabuena y felicidades a todos.
:-)
Agustí, mi Enhorabuena por tan grata noticia; quedas disculpado y por partida doble.
Saludos
SM
Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones! Hasta pronto!!
¡¡Enhorabuena por lo de tus bebés!!
Soy nueva en el mundo de los blog y debo reconocer que es apasionante.
He leído tus artículos y me han gustado mucho.
Comparto contigo la idea de disfrutar de la vida y no dejar que pase sin más. a menudo cuando estoy deprimida me doy un paseo por la judería de mi Córdoba natal, boli y cuaderno en mano y me inyecto de la energía que desprenden sus rincones. Son momentos en los que aprecio la belleza cuando veo a una joven pareja que le lleva comida a los gatos callejeros, cuando veo a los niños y a los perros bañarse en las fuentes para olvidar los 45º del verano cordobés, cuando veo a una pareja de ancianos de la mano en un banco...
Después de escribir las palabras que se viene a mi mente sin querer, siento una increible sensación de felicidad y me olvido de porque había ido allí, de cual era el problema que me había hecho parar en aquellas calles.
Entones, tiro una moneda en los baños califales y pido un deseo: QUE TODO SIGA ASÍ DE BIEN.
¡Enhorabuena por tus bebés!
Comparto contigo y con Lennon en que hay que disfrutar de la vida sin dejarla pasar sin más.
A veces, cuando estoy deprimida y creo que estoy al borde de un abismo, me escapo cuaderno y boli en mano, a dar un paseo por la Judería de mi Córdoba natal.
Comienzo a observar la belleza de cada rincón y las cosas bellas de la vida: una jóven que le lleva de comer a unos gatos callejeros, unos niños que se bañan con sus perros para combatir el calor del verano cordobés, una pareja de ancianos cogidos de la mano sentados en un banco...
Me inyecto de una maravillosa energía y me inavde una increible sensación de placer, entoneces me doy cuanta de que ya no me acuerdo de porque había ido a parar allí, de porque me sentía tan mal.
Cuando llega ese momento, agradecida a mi "lugar mágico", saco una moneda y pido un deseo mientras la lanzo al agua de los viejos baños califales: QUE TODO SIGA IGUAL.
Hola Davinia, muchas gracias por pasarte por aquí!
Me ha gustado tu visión poética y sensible de los pequeños detalles, sí señor, sin duda al final es lo que cuenta...
Hasta pronto!
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