miércoles, agosto 29, 2007


Los mileuristas

Leo en El Pais un artículo sobre los salarios de los universitarios españoles y de cómo éste se sitúa alrededor de los 1.000 € . La verdad es que no nos hace falta un estudio muy sesudo para saberlo, era algo ya conocido. No por ello resulta menos paradójico.



Nos encontramos ante una generación que ha tenido acceso a la democratización de la universidad y, con ello, se ha llenado el mercado laboral en titulados en todo tipo de especialidades. Ante ello, el Secretario de Estado de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla atribuye buena parte de lo que sucede a la poca adecuación de la universidad al mundo de la empresa. El otro argumento del señor Quintanilla es que la sociedad es cada vez más igualitaria. Sin comentarios...



A pesar de tanto título, a pesar de que las cifras macroeconómicas son positivas, de que el paro está en mínimos históricos, que reclutar es cada vez más complejo, resulta que nos sobran titulados. Porque si no, ¿cómo se explica que las empresas se puedan permitir pagar salarios tan bajos? Porque eso sí, no admite discusión, 1.000 € al mes dan para poco hoy en día...



Estudiar una carrera universitaria no es ya garantía de éxito en el mercado laboral ,abundan ya los titulados con conocimientos amplios de idiomas y algún máster en el CV. Todo ello cada vez es menos diferenciador lamentablemente.



Así pues, no es de extrañar que los propios ex-universitarios cambien de trabajo con cierta facilidad y que por tanto las cifras de rotación y eventualidad sean altísimas.

Existen algunas empresas (pocas) que se plantean pagar salarios algo por encima del mercado a cambio de retener el talento, fidelizarlo y esperar a que dé su máximo fruto, algo que no ocurre en los primeros meses de contrato. En la cuenta de resultados se ven perjudicados por el impacto inmediato de los costes salariales, pero el análisis de lo que sucede a largo plazo es más complejo.



Sin embargo, no hay que olvidar que existen los costes de sustitución, reclutamiento, acogida y formación. Y que la mayoría de la gente no se toma realmente en serio su trabajo si no se siente implicado.



Y por supuesto que la implicación no llega desde la provisionalidad.

lunes, agosto 06, 2007


Polémica Alonso-Hamilton

El sábado pasado McLaren había situado a sus dos pilotos en la primera línea de salida. Fernando Alonso, bicampeón del mundo, pole position. Lewis Hamilton era segundo. El coche de McLaren se había demostrado superior a Ferrari en las dos últimas semanas y así podrían alejar a sus rivales todavía más en la clasificación. Era un muy buen motivo para estar contentos, pero McLaren parecía un funeral...

El "mirlo blanco" Hamilton se había rebelado a su patrón y mentor Dennis tratándole con desdén e incluso faltándole al respeto. Por su cuenta, Alonso se mostraba mucho más que contrariado por la situación. Hamilton se había "colado" en su turno de clasificación y él creyó que una vez más el equipo mostraba su favoritismo. La división entre ellos quedó ya totalmente expuesta a la prensa y público.

El resultado final es de sobras conocido, Hamilton venció pero Alonso y McLaren fueron sancionados permitiendo así que Ferrari y en especial Raikkonen sacaran ventaja de tanto mal ambiente.

Pero, ¿cuáles han sido los errores que han llevado a esta situación? Vamos a ver algunos de ellos, y su paralelismo con el mundo empresarial:

  1. Gestión del talento. Desde su llegada a la Fórmula 1 a Hamilton se le ha permitido prácticamente todo y se ha apostado claramente por él como candidato a vencer a su propio compañero de equipo. Sin embargo cuando hace unos meses se fichó a Fernando, todo parecía apuntar a que el equipo velaría por preservar el liderazgo de Alonso en lel circuito. La competitividad tan alta ha acabado perjudicando al equipo.
  2. Ética. McLaren trata a sus pilotos por igual, hasta el extremo de que las telemetrías del coche de Fernando le son proporcionadas a Hamilton. En un deporte tan competitivo, tan al límite, cualquier pequeña diferencia puede ser clave. Si Alonso sabe cómo ajustar mejor su coche es por su pericia y experiencia como piloto, pero eso automáticamente se pone al servicio de su compañero. Está bien si es por un bien colectivo, pero mal cuando lo que se busca es primar los individualismos de forma arbitraria, no por los méritos conseguidos.
  3. Transparencia. Oficialmente se dijo que Hamilton sólo iba a ser un compañero de equipo para el líder Fernando. Sin embargo, algunas declaraciones de Dennis no dejan lugar a dudas: "Nosotros queríamos a un piloto joven y fresco y no un piloto reciclado que viniera de otro equipo con hábitos de otro equipo"
  4. Espíritu de equipo. Dennis ha fomentado entre todo el equipo, ingenieros y mecánicos incluidos, un espíritu totalmente contradictorio con la igualdad que pregona. Por encima de todo está McLaren que es quién financia este negocio y quiere ganar el campeonato de constructores además del de pilotos. Pero cuando las victorias caen del lado de Fernando las celebraciones son tímidas. Cuando es Hamilton el que gana...en fin, basta con ver los saltos y abrazos que se dan.
  5. Rabia contenida. Fernando creyó que marchaba de Renault para conseguir triunfar en otra escudería de mayor prestigio mundial como es McLaren dentro de la F1. Cuando todavía no conocía quién sería su compañero de equipo anunció su marcha prácticamente un año antes de que fuera necesario. Mientras tanto Hamilton realizó una temporada excepcional en la GP2 y McLaren se decició a darle una oportunidad. Tal vez Fernando se precicitó en su decisión de cambio y no tomó la elección correcta. O tal vez debería haber exigido ciertas garantías a McLaren. Alonso podía haber esperado más, él era el campeón del mundo y cualquier equipo estaría encantado de contar con sus servicios.
  6. Liderazgo. Este es un liderazgo mal gestionado. Los dos ambicionan el mismo objetivo, los dos han recibido medios muy parecidos de McLaren en equipos y tecnología, los dos pertenecen a la misma escudería, pero ninguno coopera con el otro.
  7. La competencia. Esta situación sigue dando alas a Ferrari, que sin hacer una excepcional temporada y con intermitencias en sus resultados consiguen seguir enganchados en la clasificación sobretodo a Fernando Alonso. Sólo en esta carrera si no hubiera habido incidentes Fernando hubiera visto su ventaja aumentada y no disminuida.
  8. El reglamento. La FIA está actuando de forma parcial durante todo el campeonato. Lo que ha sucedido en Hungría ha sido sólo un paso más en una serie de decisiones erráticas. De hecho, la sanción que envía a Alonso a la sexta plaza no está basada en ningún artículo del reglamento.
  9. Espionaje industrial. Se dice también que la polémica por espionaje habría infulido en la decisión de la FIA de sancionar a Fernando. Ferrari según estas fuentes habría presionado a la FIA para perjudicar así a McLaren y conseguir la "venganza" por el caso del dossier fotocopiado.
  10. Intereses comerciales. Como todo el mundo conoce McLaren es una marca inglesa y como tal le interesa la promoción que haga de ella allí. Para eso Hamilton es ideal, es toda una estrella mediática en su país. Incluso su padre, habitual del paddock, se ha hecho popular. Parece ser que incluso fue él el que instigó a la FIA para que castigaran la conducta de Alonso el día de clasificación.

Todavía queda mucho campeonato y seguiremos viendo cómo saltan chispas en McLaren. Veremos si la escudería es capaz de reconducir tanto malestar, pero harían bien en tomar algunas decisiones si no quieren ver el equipo desmontado en pocos meses.

Vemos en este caso que a pesar de disponer de los mejores medios técnicos, grandes y profesionales equipos y estructura, una fabulosa inversión y un marketing potente, una mala gestión de los liderazgos puede llegar a dar al traste con todo el proyecto. Una vez más la relación entre las personas y la empresa tiene un impacto terrible sobre el resultado final.