miércoles, junio 24, 2009


La formación de demanda en el 2010

Como todo el mundo sabe las empresas disponen de un crédito para realizar acciones formativas según sus necesidades, lo que se conoce como formación de demanda. Es algo conocido, ya hablamos en el pasado aquí (Ahorrar en formación) de este tema.

Hay un elemento sin embargo que me inquieta de cara al futuro. El cálculo del crédito de que dispone cada empresa se hace en base fundamentalmente a la masa salarial, la cifra por la que se pagan las cotizaciones a la seguridad social. Y esta cifra tiene dependencia directa del número de empleados. O sea, todas aquellas empresas que han reducido sus plantillas dramáticamente o lo van a hacer en los próximos meses verán como su base de cálculo se reduce en la misma proporción. Y por supuesto, el crédito será menor en una proporción bastante directa.

Si una empresa está interesada en intuir lo que le puede pasar la propia Fundación Tripartita ofrece un simulador de cálculo...

Esto podría tener cierta lógica. Es decir, si tengo menos empleados pues bien, se supone que también tendré menos necesidades de formación. Pero claro, las empresas que necesiten volver a contratar empleados para hacer frente al crecimiento de la demanda necesariamente deberán hacer de nuevo un esfuerzo importante en formación de acogida, de adaptación y adiestramiento en el puesto de trabajo. Un caso claro es la industria la cual además ha visto reducir de forma importante el número de empleados. Es de prever pues que llegada la circunstancia deban emplear de nuevo ingentes esfuerzos en formar a nuevos empleados ya que dentro de las consecuencias de la reducción de plantilla está la pérdida de conocimiento acumulado en la organización.

Será precisamente en un momento en el que la economía que algunos llaman "real" deba redoblar sus esfuerzos en aumentar la plantilla cuando más dificultoso tendrán acceder a fondos para la formación. Aprovecho para apuntar algunas propuestas, que no se diga que no se proponen soluciones:
  • El cálculo del crédito tiene un coeficiente de reducción que va directamente relacionado al tamaño de la plantilla. Hace tiempo que se viene reclamando que estos coeficientes sean menos severos. En el caso de una empresa de más de 250 trabajadores, por ejemplo, el coeficiente es del 50%. Se supone que este hecho es para primer a las pymes y micropymes, pero eso es bastante discutible.
  • El dato demoledor es que sólo el 30% de los fondos se destinan a la formación de demanda, el resto va a parar a la formación de oferta para trabajadores ocupados o no, de la que sindicatos y patronales son comisionados y comisionistas. Basta con modificar esta proporción para que los coeficientes de reducción hagan que llegue más dinero para financiar acciones formativas a medida.
  • Los colectivos llamados prioritarios deben estar igualmente representados (en número, no en horas) en la formación que se imparte. En el caso de nuevas contrataciones, con bastante probabilidad por debajo de los 45 años esto puede acabar siendo una importante limitación más al crédito disponible. Esta limitación es en parte absurda ya que cuenta igual un trabajador que haga 500 horas que uno que haga 6 horas; sólo cuenta que sea participante.
  • Mayor eficacia. No puede ser que la aplicación informática tarde cuatro meses en estar disponible. No puede ser que las empresas no puedan conocer su crédito "oficial" hasta hoy 24 de junio. No puede ser que la teleformación no contemple que el tutor pueda tutorizar teletrabajando. No puede ser que se esté más pendiente de un logotipo que del resultado de la formación. No puede ser que se pidan los mismos datos sobre trabajadores una y otra vez. No puede ser que las entidades organizadoras tengan que entrar los datos cada principio de año de todas sus empresas clientes...
Estamos en posiciones de cola en lo que respecta a formación continua para trabajadores en comparación con el resto de países europeos. Eso por no hablar de cuál es la distribución por sectores de nuestro PIB. En este contexto será especialmente relevante ser capaces de ofrecer la formación adecuada y de forma que impacte en el máximo número de empleados posible.

Falta mucho tiempo, es cierto. Pero si nuestros ágiles políticos y administración pública no se ponen las pilas llegará el momento y estaremos en las mismas, quejándonos de un mal sistema muy imperfecto. Así que por favor, por una vez que se avancen a los problemas y eviten andar reaccionando a remolque continuamente.

Llámenme ingenuo, pero por pedir que no sea...