Me refiero a la caza indiscriminada de seguidores, amigos, saludados, conocidos, likes, megustas, followers o incluso el intercambio de enlaces.
No comprendo qué interés puede uno tener en coleccionar legiones de seguidores conseguidos a base de puro intercambio como si de cromos estuviésemos hablando. Estoy hablando del típico mensaje del tipo "sígueme y te sigo", "sugiéreme a 50 de tus amigos y yo haré lo mismo", o ya puestos los archiconocidos intercambios de enlaces tanto si nuestros blogs tienen algo que ver como si no.
Francamente, no veo que puede uno esperar de esa red que ha creado de una forma tan artificial, con tan poca consistencia. ¿Pero no habíamos ya aclarado que las redes son eso, redes? ¿Es que alguien se cree de verdad que por tener chorrocientos mil seguidores de repente las cosas cambiarán?
¿Se trata de la versión 2.0 del a-ver-quién-la-tiene-más-larga?
Además, ¿de qué te va a servir? ¿Qué tipo de fidelidad o interés crees que tendrán en ti, en tu página o servicios? ¿Qué tipo de marketing es ese?
El último trato cutre es el que ha lanzado la Bruixa d'Or en base al caso de Pau, el chaval que necesita financiar un tratamiento de 200.000 €. Dicen los de la Bruixa que si su paginita de Facebook llega a 50.000 seguidores ellos donarán 50.000 €, pagando en paquetes de 5.000. Vamos, a euro el follower, amigo o simplemente bienintencionado.
En casa de @calvoconbarba lo explican de maravilla.
Pues yo seguiré siendo un pardillo, pero no me parece una buena jugada por mucho que pueda estar cargada de buenas intenciones el intentar captar clientes con esa acción. Porque tengamos claro que en breve recibirán todos publicidad de la Lotería de Navidad, que de eso se trata.
Así que dejo esto escrito aquí para el próximo que pase por esta casa y crea que me puede interesar el trato.
No te lo tomes mal por favor, pero no me interesa.