martes, abril 17, 2007


La importancia del salario

Existe un paradigma que dice que el salario es EL ELEMENTO MOTIVADOR, muchas personas admiten sin demasiados inconvenientes que lo único que les importa es lo que figura en la nómina (líquido, claro está) a final de mes.
Pero realmente, ¿es así? Las personas, ¿trabajamos únicamente por dinero? Seguro que más de uno estará ahora llevándose las manos a la cabeza, pero reflexionemos un poco...

Se han realizado multitud de estudios, teorías y modelos por parte de diferentes expertos en la materia y cabe destacar que aparecen en todos ellos diferentes elementos que no son únicamente la retribución económica y que las personas valoran de forma positiva en su recorrido profesional. Podemos consultar para ello las teorías de Herzberg, Vroom o Atkinson entre otros.

Entre los diferentes elementos y sistemas que estos autores proponen podemos destacar el reconocimiento a la tarea desempeñada, el clima con compañeros y jefes, la seguridad o las futuras oportunidades profesionales. Todos estos factores, y algunos más, hacen que nos sentamos más o menos satisfechos en nuestro puesto de trabajo y que, por tanto, la valoración del mismo no podemos hacer únicamente en términos económicos. Un trabajo bien pagado pero que conlleva muchas dificultades psicológicas para su desempeño acabará por "quemar" a la persona.

Y también a la inversa, un trabajo mal pagado pero que ofrece muchas futuras oportunidades a la persona además de un excelente trato con jefes y compañeros puede ser bien aceptado por algunas personas.

Por suerte no existen fórmulas ni verdades absolutas y en cada caso y cada circunstacia las cosas cambian. Lo que hoy es válido en el futuro puede no serlo ya que cambiarán las circunstancias tanto de la propia organización como sin duda las privadas de cada persona.

Yo además añadiría otro elemento que en los últimos tiempos va ganando terreno: la conciliación del trabajo con la vida personal. Cada vez son más las personas que procuran que su vida personal tenga la misma "frecuencia de onda" que su vida profesional. Esto significa que haya un equilibrio entre el tiempo dedicado a nuestro YO profesional y nuestro YO personal. Para muchos esto pasa por poder dedicar tiempo a los hijos, la pareja, las aficiones personales, las relaciones sociales, etc.

A pesar de que muchas empresas ya se están poniendo las pilas en este sentido e integran las políticas de conciliación como una opción estratégica más, no cabe duda que queda mucho camino por recorrer. Y no sólo para las empresas, sino también para las Administraciones Públicas. Podríamos hablar de las regulaciones necesarias así como de otros temas culturales como los horarios cotidianos a los que estamos acostumbrados. Pero eso queda ya para otro momento
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2 comentarios:

Daniel Varon dijo...

que buen articulo este tema tiene mucha tela.

Daniel Varon dijo...

buen tema