Esta aventura cumple ya tres años. Hace ahora tres Sant Jordis me animé a tener mi propio blog sin tener ni idea de en qué me estaba metiendo.
Confieso, entonces no sabía ni lo que eran las redes sociales, ni lo que significaba 2.0. Términos que últimamente parece que son de lo único que hablamos en pleno chaparrón económico.
Mientras tanto han pasado muchas cosas, todas buenas. El blog me ha dado grandes satisfacciones. ¿Cuáles? La última esta misma semana. Coincidí en un evento con un compañero de estudios al que no veía por lo menos hace quince años. Y lo primero que me dijo al verme fue: "te vi en la red, sé que tienes un blog sobre recursos humanos, bueno, tú dices humanos con recursos, ¿no?"
O aquella vez que un nuevo cliente me llamó para ir a verle y sacó de su agenda bien plegaditos y guardados mis artículo: "oye, te leo el blog y estoy muy de acuerdo con tu punto de vista". Bien, estupendo.
Al principio esto era como gritar en el mar, igual. Nadie se entera, ninguna respuesta al otro lado, ningún comentario, ningún debate, ninguna conversación.
Y así pasaron muchos meses.
Pero pronto empezó a llegar por aquí gente que sin duda son referencia para la comunidad de blogueros en la que sin saberlo empecé a formar parte; me refiero especialmente a Yoriento, a SeniorManager o a Carlos Martí. Hubo muchos otros, pero ellos tres apoyaron al blog e influyeron en que otros pasaran por aquí. Así que gracias a los tres por ayudarme. Otra sorpresa gorda fue cuando me enteré que en este tema (recursos humanos) había un ranking y yo además aparecía en él. Uau! No es que me vuelva loco el tema del ranking, pero admito que no me esperaba aparecer en ninguna lista de ningún tipo. Nunca imaginé que mis articulitos tendrían ninguna repercusión más allá de mi pareja.
Y poco a poco fueron llegando más visitas y el blog seguía creciendo y creciendo. Hasta febrero de 2009. Ahí mi vida personal tomó un giro que hizo peligrar la continuidad del blog. De repente me vi sin tiempo libre y sin espacio en lo profesional para dedicarme medio en serio al blog. Así que sí, estuvo en el aire un tiempo la posibilidad de parar. A la vez me surgieron oportunidades de colaborar en otros lugares. Algunas las acepté y otras no. Pero no debí aceptar ninguna, porque realmente no podía asumirlas.
Por fin me he planteado este 2010 como el año de consolidación de mi blog y de mi presencia en las redes sociales. He intensificado mi presencia en twitter, algo que antes ni me planteaba. Tan sencillo como que no comprendía ni su importancia ni su dinámica. He aumentado mi presencia en otros lugares, como en facebook, en xing, en linkedin, en youtube o más recientemente, en foursquare.
Tengo una asignatura pendiente, la desvirtualización. Me explico. Me resulta complicado asistir a según qué eventos en los que podría conocer en persona a muchos de mis conocidos digitales. Prometo esforzarme también en eso. Tengo ganas de más roce humano, de tocarles, de bromear con todos y echarme unas risas bien a gusto. Con los que quieran, claro.
Pero después de tantas idas y venidas y alguna que otra sobreexposición finalmente he comprendido que el blog debe seguir siendo la base de operaciones. Es el núcleo del porqué estoy aquí y es la mejor plataforma para exponer mis ideas, para debatir, conversar y conocer a otras personas y sus lugares.
Así que el blog se merecía una mano de chapa y pintura y estos días ha estrenado cambio de plantilla, más ligera, más descargada que la anterior. No es un cambio definitivo, seguirá habiendo ajustes. Sin embargo ahora ya se parece más a cómo quiero que sea mi blog.
Pero sobretodo quiero dar las gracias a todas las personas que han pasado por aquí.
Sean los silenciosos que pasan, se sientan un rato a leer tranquilamente y luego se van apagando la luz. Sean inquietos que llegan, echan un rápido vistazo y se van para no volver dejando la luz encendida. O sean aquellos que pasan, se sientan a charlar animadamente y se traen la luz que ilumina esta casa.
GRACIAS.