Es natural que en esta fase que estamos atravesando, de crecimiento alocado, de repente muchos tengan la sensación de que hay que subirse al carro aunque no sepan adónde va. De hecho no estoy seguro de que nadie lo sepa. Ayer leí una estadística (lo siento, olvidé donde...) que hasta el 65% de los internautas se conectaba a redes sociales al navegar.
Y claro, en uno de los departamentos donde empieza a sonar la musiquita de las redes es en recursos humanos. Palabras como networking, reclutamiento 2.0, branding, social media o parientes suyas empiezan a aparecer por doquier en el día a día y se colocan en lugares antes ocupados por otras como talento o balance scorecard. Sólo hay que entrar en twitter, xing o linkedin para comprobar cuántos perfiles petrificados existen por parte de responsables de recursos humanos de empresas pequeñas y no tan pequeñas. Personas que han entrado, se han dado de alta, más o menos han completado el perfil y listo. Erróneamente han creído que sólo por estar allí algo iba a cambiar. Luego cuando comentas algo sobre redes oyes esos comentarios tipo "pues yo no le veo ninguna utilidad, llevo dos años en noséquéredparaprofesionalesdenivel y no sirve para nada".
Normal. Eso se llama directorio, no red.
Normal. Eso se llama directorio, no red.
Hace falta mucha pedagogía en cómo hacer relaciones sea en el mundo real o sea en las redes sociales, profesionales o no. Obviamente no por darse de alta en ningún sitio nadie empieza de repente a ser tu amigo; ni siquiera un saludado. Así que no es de esperar que ni te lluevan ofertas de colaboraciones, nuevos proyectos o candidatos para un proceso de selección tan siquiera.
Y en el otro extremo encontramos a los coleccionistas de cromos. Igualmente, no sirve absolutamente para nada coleccionar "amigos" sin más en las redes. Porque esa es otra, la palabra "amigo" no ha estado nunca peor utilizada, desde luego. Tener cientos de contactos en twitter, facebook, linkedin o xing no dice demasiado por sí sólo. Todavía ayer un conocido social (es que no sé en qué categoría poner a alguien del que sólo sabes su nombre y te tiene añadido por todas partes) me pasó un enlace de una web en la que conseguir con métodos algo peregrinos cientos de seguidores en twitter en pocos días.
Si eso no va acompañado de relación real lo veo algo totalmente inútil.
¿Es posible mantener relación más o menos personal con cientos de personas vía twitter, por ejemplo?
Si eso no va acompañado de relación real lo veo algo totalmente inútil.
¿Es posible mantener relación más o menos personal con cientos de personas vía twitter, por ejemplo?
Pues no. Así lo veo yo, vamos.
Así que ni tanto ni tan poco. Más vale ir construyendo red al ritmo que nos pida el cuerpo, lenta y cuidadosamente, como los pucheros antiguos. Con amor y cariño, cuidando el detalle, mimando los movimientos, los tiempos, templando el fuego y con mucha, mucha paciencia.
6 comentarios:
Porque tú vales mucho la pena Agustí:
http://alonsobarbara.blogspot.com/2010/04/premio-vale-la-pena.html
Bss
Muchísimas gracias Bárbara, sabes que me hace ilusión y mucha más viniendo de ti. Un beso.
Buenas noches!(al fin...)
Gran paradoja y buena comparación. El fast-food en las redes sociales se aleja, a mi modo de ver el enriquecimiento de lo que nos ofrece el mundo 2.0, del networking con valor añadido. Y lo interpreto como sinónimo de ego.
Ahora bien, no por tener muchos seguidores eres propenso al fast-food, del mismo modo que sólo por tener pocos contactos, interactúas con todos ellos o buscas un nivel de reciprocidad win & win. Dependerá más de tu actitud y de tu forma de ser. He visto gente con muchos seguidores que se cuidan mucho de, al menos, permitir que sus seguidores puedan contactarles sin crear categorías (esa es la grandeza), y otros con no tantos, que a pesar de recibir feedbacks unilaterales, no son capaces de dar "el gran salto" y abrir las puertas a todo aquello que no les puede reportar un status.
Personalmente, tener una red amplia superficial no me reporta valor, pero es algo que vas viviendo conforme vas adentrándote y evolucionando en el uso de las herramientas. Y se adquiere con el tiempo, las ganas de compartir, el feedback mutuo y haciendo tu red de contactos poco a poco, sin prisa pero sin pausa, como las hormiguitas. Aún así, te puedes llevar decepciones, y , tras colaborar y estrechar lazos personales en el mundo 1.0 y 2.0, al desaparecer un interés, ser borrado de la noche a la mañana por alguien a quien consideras en alta estima. Y hay que estar preparado para ello.
Lo importante es la libertad de elegir, y aceptar que existen otros perfiles con otras orientaciones y otros objetivos; y ver el lado positivo de haber sido rechazado por quien no te conviene porque no te valora lo que vales:-). Cada Oveja con su Pareja.
Un abrazo.
Hola Begoña, muchas gracias por comentar!
Coincido con lo que dices, tampoco podemos extrapolar, ni mucho menos, que los que tienen legiones de seguidores no se cuiden de estar disponibles para la conversación. Y hay grandes ejemplos que creo tenemos en la cabeza, ¿verdad?
Yo me refiero a las estrategias de captación de followers porque sí, al estilo de seguir a todo quisqui para que me siga y luego le dejo.
Un abrazo!
Hola Agustí
Tienes razón. Un fast food son las relaciones/redes sociales.
También se padece el llamado síndrome de pokémon; es decir colecciono amigos y amigos pero no sé qué hacer con ellos. Pero nos gusta. Que nos sigan, que nos admiren, ... hay poca criticidad y mucho hedonismo y "voyeurismo" en el fenómeno de las redes sociales.
Àlex
Gracias por pasarte. Me ha hecho gracia lo del síndrome "Pokémon", te lo compro!
Un abrazo
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