Recursos humanos y las herramientas 2.0

Entrada publicada en el blog De personas y redes el 6 de junio de 2011.

El pasado sábado tuve la oportunidad de participar en el Máster de Recursos Humanos que organiza la URV en el marco de la parte dedicada a Planes de Comunicación en la empresa.

Se trataba de una sesión corta con el objetivo de abrir la mirada a los participantes hacia los entornos propios de las herramientas 2.0. Habitualmente cuando nos referimos a las redes sociales y a la web 2.0 enseguida las organizaciones piensan en ventas, conversiones, visibilidad, reputación, y sobretodo en clientes. Ya hace un tiempo David Sánchez Bote publicó un post donde analizaba las modos en los que las herramientas 2.0 podían penetrar en las organizaciones, partiendo de un interesante criterio de división entre los agentes internos y externos. Posteriormente Carme Pla analizó este post comparándolo con una publicación de McKinsey en el mismo sentido, todo ello de interesante lectura.

Y es que no todo van a ser ventas y marketing. Las herramientas 2.0 pueden (y deben) ser una gran oportunidad para Recursos Humanos, un área que a menudo es la Cenicienta en las organizaciones, con mayoritaria dedicación a la administración de personal, sin más. 

¿Pero acaso en las organizaciones no hay comunidades? Es más, ¿es que no son más que eso, una gran comunidad? Las personas no forman parte de la organización, son la organización. Así que porqué no empezamos desde Recursos Humanos a tomarnos algo más en serio los entornos 2.0 y les damos las vueltas necesarias para hacer de las personas de verdad lo más importante de las estrategias, a ponerlas en el centro. Pero no de boquilla y en un cartelito colgado en la sala de reuniones, sino con procesos participativos, facilitando entornos de colaboración y aprendizaje mutuos.

Premiando la meritocracia y creando el clima necesario para que la comunidad pueda vertebrarse entorno a proyectos concretos, sea capaz de organizarse y tomar decisiones a la vez que sienten que de verdad se les toma en serio.

Bien, os dejo la presentación que utilicé de refuerzo durante esa corta charla, en ella veréis algunas herramientas concretas que probablemente ya conocéis. Pero es que lo más importante no son las herramientas sino el uso que hagamos de ellas. En eso marketing lleva una buena ventaja a Recursos Humanos, a quién toca espabilar y rápido, que esto no espera.

Recursos humans i eines 2.0

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Tengo nuevo blog

Después de muchos meses dándole vueltas, decidiendo una cosa y la contraria por fin me he decidido. Y sí, tengo nuevo blog.

Hace más de tres años decidí abrir esta casa para opinar sobre lo que me viniera en gana en relación a la extraña relación entre persona y empresa. Haciéndolo con la tranquilidad del que sabe que nadie le va a leer y a la vez con la callada esperanza de merecer ser leído.

Muchas cosas han pasado desde entonces. Lo más destacado para mi es todo lo que está sucediendo en la red, ¿o debería decir en las redes? El caso es que a nivel personal he ido adentrándome en lo digital y me he dado cuenta de lo clave que ya es para cualquiera comprender qué sucede en eso que hemos etiquetado como web 2.0.

A nivel profesional me ha ido sucediendo algo parecido pero al revés. He ido viendo como en mis círculos más próximos se me iba pidiendo ayuda, consejo incluso formación. Primero de una forma más o menos informal pero finalmente se ha convertido en prácticamente mi única ocupación profesional.

No me siento cómodo publicando en este blog contenidos relacionados con tecnologías, casos de éxito en social media o de qué uso le da tal o cual pyme a foursquare. De la misma forma no me siento cómodo participando en otras casas y no estar aportando mi granito de arena, compartiendo en definitiva. A veces he tenido la íntima sensación de aprovecharme del conocimiento compartido de los demás sin darles nada a cambio. No me gusta.

Sigo pensando que hace falta una óptica distinta al área de eso que llamamos recursos humanos. Y opino que ante todo lo que sucede en la red los responsables del área no deberían quedarse tan inmóviles como están. Eso o ver cómo una vez más se les adelanta por la derecha, por el carril de marketing. Recursos Humanos debería ser capaz de ver cuál deberá ser su papel en el futuro monitorizando los cambios en las habilidades y competencias en relación a lo digital. Sin embargo, da toda la impresión que es una guerra ya perdida y que será desde otras áreas de la organización desde la que se estire este carro.

Así que he abierto un nuevo sitio donde recalar, www.agustilopez.com. De momento es un sitio pequeño, humilde. No es un hotel de cinco estrellas ni un chalet con vistas. Es la casa de alguien que espera ser bien acogido en el vecindario, con ganas de organizar cenorrios en el barrio en cuanto se tercie. 

¿Que qué va a pasar con este blog?

No tengo ni idea. Por el momento no lo voy a cerrar, seguiré escribiendo cuando me venga en gana y tenga motivo para ello. Ese fue el motivo por el que empecé y así seguirá siendo. Y desde luego si en algún momento pierdo las ganas cerraré la parada y a por otra cosa.

Agradezco a todos los que han dedicado algún minuto de su tiempo a leerme; culpa suya es que le haya cogido vicio a esto de publicar en la red. http://www.agustilopez.com

Mis problemas con la Fundación Tripartita

Es lamentable lo que ocurre un ejercicio sí y otro también en la Fundación Tripartita, en particular con la formación de demanda. Lo que la gente conoce como formación bonificada  y de lo que ya hemos hablado por aquí. Para el que no sepa cómo funciona ni que sea de pasada esta entrada lo detalla. 

Me explico y os cuento. Desde el 1 de Enero se pueden comunicar los inicios de cursos a bonificar. Y diréis, normal, ¿no? Bueno, pues hasta hace no tanto no. Como no eran capaces de tener la aplicación preparada para el cambio de año había unos meses en los que ese sistema no se podía utilizar y por tanto, terreno abonado para el fraude. Eso en un tema tan crítico como la formación y tan sometido a perversiones en forma de subvención. Se le llamaba período de carencia y por suerte para el sector ya se acabó.

Pues bueno, un ejercicio sí y otro también nos encontramos con cambios de año francamente caóticos. Los que gestionamos formación y por tanto a menudo utilizamos este sistema para ayudar a nuestras empresas clientes a optimizar su inversión cada 1 de Enero nos encontramos con sorpresas. 

Este año una vez más han tenido el detalle de eliminarnos de nuevo la base de datos de nuestras empresas, con lo que de nuevo nos vemos obligados a dedicar una cantidad de horas ingentes a introducir los mismos datos del año pasado.

Además, cómo no, nos veremos en la necesidad de introducir matices sobre el número de trabajadores de alta o el tamaño relativo de eso que llaman colectivos prioritarios. 

¿Os imagináis lo que es pedirle a una empresa que calcule cuántos de sus empleados de forma no coincidente son mujeres, mayores de 45 años, o los que cotizan en los grupos 6, 7, 9 ó 10? Todo facilidades, oiga.

Para redondear el tema (abrevio) algunas y no pocas empresas se encuentran con que los datos automáticos que ofrece la Fundación no se parecen en nada a la realidad, justo esos que tenían a 31 de diciembre. Y, por supuesto, el cálculo del crédito de que disponen ni se acerca a lo que al final acabarán teniendo. O sea, que presupuestariamente hablando no tienen ni idea de por dónde tirar...Ya no hablemos de los susodichos colectivos prioritarios que como a final de año no tengan debidamente equilibrados les supondrá inequívocamente la devolución de una parte al año siguiente.

¿Tan difícil es actualizar los datos según lo que ya había, aunque sea provisionalmente?

¿Acaso no pueden durante el año ir cotejando los TC1?

Me da mucha rabia escuchar los mensajes grandilocuentes sobre lo importante que es la formación para nuestro futuro, bla, bla, bla y luego ver cómo se administra el enorme presupuesto que se gasta en gestionar la formación de una forma tan poco eficaz.

Eso sí, tienen un teléfono de atención al "cliente" (prisionero, además de cliente) que...¡simplemente no contestan! ¡Toma! ¿Que no os lo creéis? Te ponen una serie de tonos antes de pasarte con una musiquita indecentemente irritante.

Os invito a hacer la prueba: 902183183

Ya me contaréis...Ggggrrrrrr

Coompetir; ¿es posible?

¿Es posible cooperar entre competidores para generar más oportunidades? ¿Compartir puede llevar a crear un mercado más interesante?

Eso que llamamos web 2.0; ¿puede servir de ayuda? ¿y el cloud computing?

Con estos interrogantes sobre la mesa el Col·legi d'Arquitectes de Tarragona me invitó a dar una charla el pasado viernes 17 que, francamente, resultó muy interesante.

Para mi coompetir tiene que ver con compartir experiencias, información, recursos y know-how que generen más oportunidades en intereses comunes. Siempre he creído (y practicado) en la colaboración entre iguales para generar un escenario común mejor.

Vivimos en entornos que cambian a una velocidad alucinante y dónde competir cada vez se vuelve más complejo. Sobrevivir desde un planteamiento como pyme o micropyme y pretender no trabajar en red puede acabar siendo misión imposible. Los recursos a invertir en formación, información, know-how y organizativos puede acabar siendo demasiado ingente como para plantearse según qué proyectos de cierta envergadura.

Así que ante los retos que presenta competir como un grande desde un rentable y sostenible pequeño tamaño las herramientas de la web 2.0 y el cloud computing nos pueden servir de ayuda. Me refiero a herramientas que nos facilitan compartir, cocrear y organizarnos en red. No se trata sólo de eficacia y productividad sino de generar espacios nuevos.

Pero como casi siempre ocurre en estos casos cuando el público tiene ganas de marcha lo más interesante llegó en el tiempo de las preguntas. Ahí se creó una buena conversación donde surgieron algunos lugares comunes y otros no tanto. Estuvimos charlando sobre cuáles eran las barreras actitudinales a vencer; cuál podía ser el futuro de ciertas redes y herramientas, de qué forma poner en común los intereses o cómo vincular a las personas más reacias a la tecnología. 


Me gustaría compartir con vosotros lo que viví en esos últimos instantes. Gentes interesadas en el tema, participando, preguntando, interaccionando entre ellas, proponiéndose proyectos, mirando con ilusión al futuro. Por un momento, sólo por un momento, tuve esa íntima sensación que se tiene cuando las cosas han marchado bien.  


Por si os interesa, aquí os dejo la presentación que utilicé durante la charla:

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¿Las redes sociales deben entrar en clase?

Foto de Adam Tinworth, en flickr

He leído con cierta sorpresa el reciente artículo de Pascual Drake en Expansión "'Bienbenidos' a la clase sobre redes sociales". En este artículo Drake se mofa de una noticia (a la que no enlaza ni da más detalles) en la que supuestamente las redes sociales se convertirán en asignatura universitaria.

Drake utiliza la sorna para cachondearse sobre la noticia, haciendo burla de los supuestos contenidos inútiles de las clases ("Manolito, deja el Feisbuk y baja a cenar". "Mamá, estoy estudiando que mañana tengo el primer parcial sobre cómo montar una granja en el muro de Facebook".)

Drake contrapone esta ya digo supuesta noticia con el hecho de que en la red según él se cometen muchas faltas de ortografía. Bueno, no le quito la razón, seguramente en la misma proporción que en la vida real. Yo mismo hago algunas, y de hecho incluso Drake inicia su bio en twitter con minúscula:

Digo yo que qué tendrá que ver una cosa con la otra. En mi paso por la universidad jamás me hablaron de ortografía y gramática (estudié una ingeniería). Además es obvio que la mayoría de la gente nunca la pisa. Juraría que la edad a la que se aprenden estos asuntos es mucho más temprana.

Yo no tengo nada contra Pascual Drake, no es eso lo que me mueve a escribir este post. Pero si bobo me parece meter las redes sociales y lo 2.0 porque sí en todo, peor me parece ignorar el fenómeno o menospreciarlo.

Es cierto que los universitarios podrían estar mejor preparados para lo que se van a encontrar en el mundo laboral. ¿Y es que las redes sociales entonces no van a serles de importancia?

¿Acaso su identidad digital no será algo relevante? ¿Deben ser nuestros universitarios meros repositorios de conocimiento? ¿No es prudente que les enseñemos los beneficios del trabajo en red, el conocimiento compartido o la importancia de la gestión de contactos?

¿Es que no van a necesitar de redes profesionales como Xing o Linkedin, e incluso otras más específicas, más sectoriales? 

¿Os parece mal que en la universidad se formen en este tipo de contenidos? ¿Acaso son de segunda división? 

Pues a mí no. Yo he pasado muchas horas sentado en las aulas atendiendo a profesores que me trasladaban contenidos que no me han servido de demasiado. Y seguro que no soy el único. No propongo que eliminen nada fundamental, pero seguro que entre tanta materia y tanto crédito opcional hay un sitio para las redes sociales. Si no, mal vamos. 

Y por cierto, que sí, que hace falta mejorar la ortografía.